Seguidores

domingo, 9 de noviembre de 2008

Etapa 12 .·. Panticosa - Bujaruelo · 09 jul 07

Ha llovido bastante esta noche según me comenta Jesús pero yo no me he enterado de nada. La niebla debido a la humedad nos va a acompañar durante toda la mañana.
 Argüalas, Garmo Negro, Arnals y Bachimaña.
            
 El lugar de los balnearios de Panticosa donde esta el refugio es un caos de construcciones. Esta todo en obras. Los antiguos balnearios da la impresión que están todos derrumbados y hay obreros, grúas y materiales por todos sitios. 
 No sabemos por donde comienza el camino y damos palos de ciego intentando salir por donde yo recuerdo que lo inicié hace doce años. Nada. Perdemos el tiempo buscando marcas, iniciando algún camino que nos encontramos, volviendo de nuevo y así hasta que ya cansados de buscar y viendo que estamos empleando un tiempo precioso me voy directamente a un obrero y nos dice sin dudar hacia donde tenemos que ir para encontrar las marcas. 
 Un muchacho joven que probablemente lo habrá seguido porque al nombrarle el Gr-11 con su gesto me dio a entender que comprendía que estuviéramos perdidos, las obras habían hecho desaparecer todas las indicaciones de camino desde el refugio hasta más adelante. Ya las encontraríamos en esa dirección, nos dijo.
Arnals y Bachimaña.
                                   
A las 8:11 salimos en dirección hacia los ibones de Brazato. El camino es muy bueno, ancho y siempre claro. Se agradece y nos acordamos de jornadas anteriores.

Nieblas, camino de los Ibones Brazato.
                           
 La niebla nos envuelve a veces completamente y otras nos deja ver las cumbres de los tres miles que tenemos a nuestras espaldas: Argüalas, Garmo, Pondiellos… 
 Disfrutamos en la subida sintiendo como nuestros cuerpos se van aclimatando al esfuerzo y sumergiéndonos en la niebla, para volver a salir a cada rato. 
Nuestra capacidad de recuperación física es buena.

  Vista hacia los ibones Azules.
                                  
Garmo Negro.
 Aunque nos cuesta trabajo echar el pie al suelo al levantarnos – a Jesús un poquito más – en seguida rodamos con soltura. Los macutos los seguimos sintiendo en nuestras espaldas como algo ajeno que nos molesta.
 Poco a poco van apareciendo los ibones y el camino los rodea claramente. Está bastante pisado y muy definido entre los pedruscos que vamos dejando a un lado y otro del camino.                                                


La parte alta, donde los ibones, son pedreras, canchales.
 Hacia los ibones Brazato.
                                       


Ibón Brazato. En primer plano la marca del Gr, al fondo, el camino sigue.

Ibón Brazato.
                                      
Existen canalizaciones subterráneas que bajan el agua hasta los balnearios.   Creo que el agua de los ibones esta caliente, según tengo oído, pero no nos apetecía en ningún momento bajar a comprobarlo. 
 Vamos tomando altura y dejamos el ibón bajo de Brazato y un poco más arriba está el ibón grande de Brazato y a continuación los ibones altos. 
Es muy agradable con sol caminar por estos lugares. Ascendemos al cuello de Brazato fácilmente. 
. Llevamos 3 horas y media subiendo y la verdad es que estamos muy optimistas.
                                           Ibones Brazato.
  Ibón Brazato y Garmo Negro.
                          Nuestros cuerpos se recuperan bien y Jesús se ve llegando a lugares conocidos y eso le anima. Bujaruelo, Ordesa, Pineta, Viadós…. Son lugares ya familiares y pensar que en los próximos días vamos a volver a pisarlos nos ilusiona.

Delante aparece majestuoso el macizo del Vigñemale. Son las 11:40

Maxi va sufriendo con su macuto y sus pies.
                   Desde el Collado Brazato, el macizo de Vigñemale.

Ibones de Batans, bajando hacia el valle del Ara.



.
 Hacia Bujaruelo.
                                            

                                               Valle del Ara.

Tardamos dos horas y media en bajar hasta el río Ara, en el valle de Bucaruelo. 
Delante de nosotros siempre el macizo del Vigñemale al que perdemos de vista al llegar al río. Parece que hace muy buen tiempo y nos llega un viento desde la cabecera del Ara.
                                             Valle de Otal.

Sin darme cuenta debí tropezar con alguna piedra y caí sin darme cuenta contra el suelo como un saco. Me di con la cabeza en el suelo y menos mal que había hierba y no me encontré con ninguna piedra. Menudo susto. Jesús me vio caer y no pudo hacer nada para impedirlo. Pierdes el control y el peso del macuto te aplasta y te hace caer muy deprisa.Vamos Maxi y yo juntos y Jesús se nos ha adelantado mucho y no le vemos.


Bujaruelo


Quiero decirle que no debemos separarnos tanto. Es más seguro para el grupo no perder el contacto. Un accidente o una pérdida nos causarían problemas si no vamos juntos. Paramos en la pista que ya nos llevará hasta el final. Son las 17:05. Nos queda poco. A las 17:50 llegamos a Bujaruelo, hace mucho aire y frío.
La cena es muy buena – potaje de garbanzos, ensalada, carne cocida con patatas – y el desayuno también nos gustó. Dormimos como lirones.

No hay comentarios: