Etapa 36 .·. Requesens - Villamaniscle · 2 ago 07

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El vivac en Requesens ha sido para mí una noche tortuosa. No me encontraba cómodo en el sitio que nos habían dejado los del chiringuito que nos dieron de cenar. Toda la noche quitándome los mosquitos de la cara. Jesús vio un jabalí y su cría por la noche acercarse a nosotros. Di más vueltas que una peonza. Había nubes pero no llovió. Desayunamos un poco con lo que llevabamos encima y nos pusimo a andar y no paramos hasta el collado del Puig de les Reuredes. Un grupo de chicos y chicas nos ofreció un trozo de chocolate en la cresta que veníamos recorriendo desde el Coll de la Dona Morta, Puig Grosser, Puig del Mig y Puig de les Reuredes.

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La foto del toro es curiosa, se trata de una puerta en una valla por la que tienes que pasar, según la marca que se ve a un lado, pero hay un toro al otro lado.
Ántes, habíamos dejado en el camino unas construcciones romanas identificadas en carteles turísticos como hornos de cal.

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Esta etapa es larga, son algo más de 27 km y el calor hace también de las suyas. La noche anterior no pudimos abastecernos de agua así que íbamos con muy poca y nos quedamos secos. Era un problema serio. Al llegar a la aldea de Els Villars yo pensaba que allí encontraríamos agua pero aquello estaba abandonado y los ladridos de algunos perros me animaron a volver de nuevo al camino. Jesús que iba detrás no entró en la aldea y siguío caminando según comprobamos luego.

Yo me quedé esperando a que llegara y el ya caminaba por delante de mí. Estabamos en                     una... 

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...riera, angosta, llena de vegetación, muy incomoda, con el camino comido por los matorrales y mucho calor. Allí esperando a que llegara hasta que empece a llamarle a gritos. Al poco me respondio y nos reagrupamos. Sin agua nuestra esperanza era la fuente de Cadecas que se encuentra al final de la riera, por donde pasa una pista asfaltada y habilitado con piedras para sentarse como merendero. La fuente para nuestra desesperación estaba seca.
La situación estaba empeorando y viendo el terreno y lo caluroso de los días me quedaban pocas esperanzas de encontrar agua cerca. Pero no, al poco, en una casa de campo nos encontramos con algo insólito. La puerta del recinto esta abierta y dentro hay un coche aparcado junto a una casa. Fuera del recinto, enfrente, al otro lado de la pista, los dueños de la casa habían colocado una mesa, varias botellas de litro y medio de agua y un cartel que decia: "Self service, agua potable, gratis" Dimos las gracias al aire cogiendo cada uno una botella y emocionado por lo sucedido continuamos siguiendo la pista asfaltada hacia arriba. La casa es el Moli d´Espolla, me lo dijo hace poco un visitante de este blog. Gracias, otra vez.

Teníamos por delante kilómetros de pista -col de Mas Corbera- y además no podíamos despistarnos porque las señales no abundaban, en cualquier momento podíamos irnos por un desvio equivocado. Llevar mapas tan reducidos no nos da unas referencias suficientemente amplias para ver donde estamos. Tambien nos ocurre que consultamos los planos menos de lo necesario con lo cual cuando nos despistamos estamos metidos en un punto irreconocible en nuestro mapa.

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Pero todo no iban a ser penas, y bajando el puerto llegamos al convento de Sant Quirze de Colera donde al lado hay un bar-restaurante. Quitarse los macutos ya era un premio y sentarse en una mesa a la sombra con medio litro de cerveza cada uno era un fiesta. Nos tomamos tres jarras por cabeza con sus respectivas aceitunas, patatas y demás... Al empezar a andar de nuevo se nos iban los pies solos. Llevabamos una marcha espectacular. Ibamos con una alegría tal que no nos dimos cuenta de los seis km que aún quedaban por andar hasta Villamaniscle, por carretera. En la plaza del pueblo preguntamos a una mujeres por algún sitio para dormir pero parece ser que solo existe una mujer que alquila habitaciones pero no la localizamos. Así que nos mandaron a las instalaciones de la piscina municipal. 

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Allí nos dieron de cenar y nos dejaron ducharnos en las duchas de la piscina. Pudimos lavar la ropa en los lavabos y nos dejaron un sitio para dormir, exterior pero al lado de las instalaciones de la piscina. Era como un sitio donde la policia municipal guardaba cosas y que ya lo habían prestado para gente como nosotros, del GR. Fueron muy amables con nosotros. Especialmente amables.