Etapa 35 .·. Maçanet - Requesens · 1 ago 07

Salimos del hotel Pirineus temprano, son las 6:15. Es una etapa muy larga de 27 km, con calor.

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Conocemos el alcornoque llamado La Pubilla, el más grande de la zona. Es un bosque de alcornoques interminable que esconde un laberinto de pistas que te van apareciendo continuamente por todos lados.

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Hay que controlar muy bien las marcas porque no hay referencias. Es todo igual, como un mar de dunas. Te puedes despistar fácil y marcharte por otra pista que no es.

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La ermita de Santa Eugenia nos la encontramos en el camino. Los bosques de alcornoques están en aprovechamiento forestal y hay trozos de corcho por todo el camino. Se trata de caminatas interminables siguiendo pistas que hay que tomarlo con paciencia.

Las chicharras suenan por todas partes. Es un concierto de sonidos que te acompaña siempre, calor, chicharras, un paso, otro paso, siempre lo mismo.

La Jonquera

Llegar a un lugar como La Jonquera después de recorrer estas pistas de alcornoques y chicharras es como abrir la puerta de un convite de boda. Suenan los camiones en la autopista, las cosas se mueven muy deprisa al fondo, las chicharras suenan todavía más para no perder protagonismo. Entras en otra dimensión. Dentro de la ciudad la gente busca aparcamiento para los coches, entran y salen de las tiendas. Nos movemos alrededor de espacios minúsculos y esta el campo totalmente vacio a nuestro alrededor. Estamos llegando a La Jonquera y Jesús se pone las zapatillas para descansar.
Comemos en el restaurante Marfil, son las 14:00. Me dicen que no hay

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estación de tren. Yo quería preguntar los horarios para volver a Madrid desde la última etapa. La estación está a 16 km. Comemos rodeados de turistas, el bullicio es total pero a nosotros nos viene bien. El agua es fundamental para continuar y cuando nos vamos aprovechamos en una tienda de ultramarinos para comprar unas botellas frías. Son las 16:23 y nos vamos. Tengo el recuerdo de una perrita negra revolcándose en el agua que se vertia de una fuente, para refrescarse.
En un ascenso continuo subimos hasta los 778 mt de Puig Felgueres en un bosque impenetrable de vegetación espinosa, de alcornoques, pinos, retamas... En la cima nos encontramos con un grupo de muchachos/as de Reus.

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Bajamos por pistas anchas hasta llegar a una cantina que nos dicen los chicos que esta funcionando. Ellos están en un campamento cerca de la cantina. Nos vamos entusiasmados para comer algo y referescarnos con una cerveza. Al llegar nos dicen que ya estan cerrados, no ponen buena cara. Se trata de un lugar que estan en solitarion y que dudo que esten sobrepasados de trabajo y parece que les cuesta trabajo hacernos algo para comer. Son las 20:30. Acceden y nos preparan una rebanada de pan con pernil y medio tomate. Nos admiten que hagamos un vivac en la proximidad de la casa y nos preparamos a pasar la noche cincuenta metros más allá.