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domingo, 9 de noviembre de 2008

Etapa 34 .·. Ref. Can Galan - Maçanet · 31 jul 07

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Salimos del ref. Can Galan con ganas de irnos. La noche ha sido especial. El trovador y su damisela nos han dado la noche. Estaban en una tienda a dos metros de la entrada del refugio, sin guarda, que teníamos a disposición de otro par de muchachos del Pais Vasco y nosotros. Por la noche sentía mucho calor y veía que la sala en la que estabamos con los sacos, en el piso de arriba, se iluminaba intermitentemente, y me imaginaba que habían encedido fuego. Salí del saco y bajé a comprobarlo. Los cantantes estaban fuera, su perro no salió a mi encuentro -me alegré- la puerta abierta y el fuego encendido aunque no me parecía que podía suponer un peligro. Me preocupaba la situación de que alguien fuera del refugio pudiera encender un fuego dentro y no estar al lado controlando. Además el humo que se podía organizar dentro en el caso de una mala combustión nos habría llegado a nosotros a la parte de arriba.
Me alegraba salir de allí. Los muchachos vascos ya habían salido. Habíamos quedado con los guardas del refugio, con los que cenamos la noche anterior en una casa próxima donde viven, de llevarles las llaves, por lo que al irnos cerramos con llave el edificio sin importarnos mucho que los trovadores tuviesen algo dentro. El perro tampoco aparecio, debían estar los tres en la tienda. Un corto camino te acerca a la casa de los guardas donde te puedes tomar unas cervezas y comer o cenar si quieres. Allí les explicamos lo de los trovadores y lo del fuego nocturno. Por su expresión me dieron a entender que ya los conocían de otras veces.
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A las 07:30 nos ponemos en marcha camino de Albanya al que se llega desde la casa de los guardas a través de una pista. Según bajamos nos cruzamos con un todo terreno que lo conduce el guarda y que venía de trabajar toda la noche en el camping de Albanya.
Jesús se adelanta andando y le pierdo. Yo pensaba que me esperaría en el camping, lugar donde podríamos desayunar pero no, el pensaba en desayunar en Albanya y hasta allí se fué. Yo al llegar al camping me extraño que Jesús no estuviese en la puerta, pero bueno pensé, estará dentro en el bar y me encaminé hacia él. Jesús no estaba. En la barra, viendo las magdalenas, me animé a tomarme un café y ya encontraría a Jesús más tarde. Al lado de la piscina, solito, disfrute de mi desayuno. Camino del pueblo volvimos a juntarnos, yo por un lado pidiendole explicaciones de por que no me había esperado y él pidiendome explicaciones de por que había parado en el camping.
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Nos pusimos de acuerdo y decidimos entrar en Albanya, tomar un cafe y comprar provisiones. La idea de Jesús era encontrar una gran superficie y recorriendo las calles del pueblo localizamos el sitio "El Estanco" donde compramos fruta, chocolate, sardinas.... El desayuno lo tomamos en un bar próximo. Dos cafés cada uno y unos bollos nos devuelven la tranquilidad al estomago. Unos niños franceses juegan en la plaza del pueblo. Aprovisionados de agua de la fuente de la plaza nos ponemos a andar. La guía dice que hay que tomar la carretera comarcal a Figueres y al poco a la altura del puente sale el GR a la izquierda. Nosotros empezamos a andar no por la carretera sino por una pista que iba paralela a la carretera y a la que salimos poco despúes. Ya nos habíamos pasado de nuestro desvio sin darnos cuenta. Estuvimos un buen rato despistados. Es muy conveniente leer con atención los consejos de nuestras guías y consultar los mapas a menudo. La etapa de alguna manera conviene que la llevemos en la cabeza, el perfil, los sitios significativos, distancias....A las 11:00 salimos del pueblo.

El coll de Palomeres y finalmente La Trilla (600 mts) que es el desnivel más fuerte de hoy nos proporcionan un lugar de descanso para comer junto a un alcornoque. Son las 13:45. Hace mucho calor.

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Una hora más tarde nos vamos y poco a poco nuestras provisiones de agua se van agotando.
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La fuente de la foto fué una aparición. Yo me descalcé para refrescarme los pies. Agua fria y buenísima. Nos devuelve la alegria. Lo peor que hemos llevado es la falta de agua.
A las 17:20 llegamos a un lugar llamada el molino de Robert, que se trata de un chiringuito donde la gente va a pasar el día. Nos tomamos dos cervezas con olivas. Nos vamos.
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A las 18:30 llegamos a Maçanet, es un pueblo grande con un campo de futbol de hierba, por donde entramos, y una calle principal muy larga a la que dan fachadas de casas muy antiguas de piedra. Al final están los hoteles. Al que ibamos nosotros nos dicen que esta lleno así que encontramos en el Hotel Pirineus lo que buscamos y allí nos quedamos. Después de lavar la ropa, estirar, ducha nos quedamos como reyes y dispuestos a disfrutar de una cena en el hotel. Cenamos bastante bien, en un lugar muy bonito. Bien atendidos. En la habitación por la noche he pasado mucho calor. Había aire acondicionado pero preferimos apagarlo y abrir la ventana por la noche.

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