Seguidores

domingo, 9 de noviembre de 2008

Etapa 28 .·. Ref. Malniu - Puigcerdà · 25 jul 07

La etapa es corta, tan solo 14 km y además son cuesta abajo, menos un poco de subida al principio. Aunque la bajada también cansa, se salva un desnivel de casi 1.000 mts. El inconveniente, el calor.
Estamos en La Cerdanya. Agradecemos de todas maneras que la lluvia nos haya olvidado durante todas estas etapas. Tan solo salió a nuestro encuentro en nuestra entrada en Andorra por el collado Baiau, y lo hizo por todo lo grande, nos echaron hasta los cubos. Así que mejor que la cosa se quede como está.
Hemos dormido bien y el desayuno ha sido espectacular. Además de lo clásico la leche, el café, el zumo y los bollos o el pan con mermelada y mantequilla, nos han colocado un trozo de queso, una tripa de fuet, tostadas, tomate para untar, madalenas.....Tremendo. Salimos tan contentos en la soleada mañana dispuestos a comernos la etapa. Jesús tiene muchos recuerdos de este refugio y me va contando cosas.
.
En Guils de la Cerdanya, 1.385 mts, a 1 hora y media de Puigcerdà, buscamos un bar para tomar algo pero no es posible. Unos obreros de la construcción no nos dan buenas espectativas y nosotros no tenemos ganas de buscar. No hay nada disponible. Así que nos vamos decididos a finalizar la etapa pero otra vez sin consultar adecuadamente los mapas, salimos por la carretera sin buscar la señalización y dimos un rodeo innecesario. Kilometros de carretera que siempre te cansan más que un caminito, así que llegamos a un parque a las afueras de Saneja, a poco ya de nuestro destino, y nos quitamos las botas para que descansen un poco los pies. Yo intercambio botas por zapatillas.
Al llegar a Puigcerdà nos encontramos nos encontramos la ciudad arriba, y abajo donde estamos, la zona industrial y la estación, fundamentalmente.
Con más hambre que unos lobos subimos la cuesta hasta llegar al casco antiguo de la ciudad donde van apareciendo sitios para comer, elegimos uno y disfrutamos de nuestra cerveza y de una tranquila comida. Lo siguiente es buscar el sitio para dormir. En la oficina de turismo nos indican las pensiones y elegimos la que se encuentra en una de las calles antiguas más comerciales.
Ducha, estiramientos, lavar ropa....y sueñecito de Jesús. Yo me bajé a pasear a la calle. Quería encontrar un sitio donde me copiaran la tarjeta de la cámara de fotos a un CD. Llevaba tres tarjetas pero de poca capacidad porque mi cámara no admite más. Dos de 125 megas y una de 16. Prácticamente nada para un viaje como éste, perdido como las cabras. Hacen falta como mínimo dos gigas. También me apetecía cortarme el pelo y elegí una barbería en una calle con un paseo central y con terrazas de bares. Lo siguiente fue meterme en una frutería porque necesitaba plátano, manzana, melocotón...Compré varias cosas para comerlas paseando por las calles viendo escaparates y acabé en una pastelería.
Nuestra cena, en un bar próximo, fué a base de unos bocadillos presintiendo que debíamos haber buscado algo más completo. Pero ya era algo tarde, anochecía, preferíamos irnos pronto a dormir y no había nada mejor a la vista.

No hay comentarios: